Es habitual afirmar que el concepto de hombre que tenga una sociedad o una época influirá en la educación que este reciba. En lo que hemos llamado educación tradicional se define al hombre con la aristotélica: animal racional. Y esta mirada del hombre como principalmente racional tendrá una indiscutible influencia en la educación.
Por racional se entiende a todo lo que tenga relación con la inteligencia, mente, intelecto, capacidad de entender o pensar. El hombre es hombre por su capacidad racional y esta capacidad es lo que lo diferencia con las otras especies vivientes.
Este ser dual, dividido en mente y cuerpo, no tiene en cuenta las circunstancias, situación o momento histórico. Es una mente dentro de un cuerpo humano.
El estilo de educación que se deriva de esta concepción es esencialmente una educación que se dedica a cultivar, desarrollar y alimentar la inteligencia; y lo que alimenta mejor a la inteligencia son las ideas, y de tanto llenarla con ideas se la termina concibiendo solamente como memoria.
Claro que esto tiene una explicación externa a la educación misma y viene dada por la sociedad que exige a la escuela que sea la trasmisora de su patrimonio cultural o sea el conjunto de contenidos que estima valioso, reducidos previamente a ideas o conocimientos depositados en libros. Estos libros pasan a la cabeza del maestro y de allí a la del alumno, a su memoria, que tiene la capacidad de retener y conservar.
Así la mente es concebida como la variante del libro, y la obligación del educante es llenarla de datos, ideas, conocimientos.
En esta concepción educativa el profesor viene a ser una réplica hablante del libro y quien se sabe de memoria todas esas verdades fundamentales que constituyen el patrimonio cultural. Claro que esta cultura es estática, fija, y se mantiene vigente por mucho tiempo.
CONCLUSIÓN: Es bastante interesante y haciendo un rapido analisi del desarrollo historico se puede mencionar la concepción tradicional y la concepción moderna de la educación